“Estuve en cinco prisiones diferentes”
Kevin estuvo en “lo más alto” de la estructura piramidal de los Latin King, pero el poder que le otorgaban exigía un alto precio: su paz. El tormento por haber hecho tanto daño a otros empezó a pasarle factura. Afortunadamente, encontró la salida en el Dios vivo y ahora quiere ayudar a otros jóvenes que se encuentran en la misma situación.
“Acabábamos de llegar a España y mi madre tenía que trabajar mucho. Me sentía solo e iba al parque para hacer amigos. Ese fue mi primer contacto con los Latin King, aunque no empezamos a entrar en confianza hasta que coincidimos en una discoteca”, recuerda Kevin.
El joven revela que los Latin lo “enamoraron” con fiestas y drogas gratis hasta que él mismo sintió el deseo de entrar. Ya dentro, Kevin escaló posiciones hasta llegar a ser un “rey”. “Subes de nivel por el simple hecho de hacer daño a las personas. Rápidamente me pusieron a cargo de 32 chicos que obedecían ciegamente a todas mis órdenes. La sensación de poder te engancha, es una droga más”, revela el joven ex pandillero.
Rey Latin King prisionero
Pero detrás de tanta violencia, había un gran tormento. Las constantes reyertas entre bandas hicieron que entrara en un bucle de miedo y opresión. “Cada vez que iba de camino a casa daba vueltas para que no me encontraran e iba siempre armado con dos cuchillos jamoneros. Esnifaba cocaína para olvidarme de lo que había hecho. La cabeza me daba vueltas, no podía dormir. Tenía una opresión constante en el pecho”, confiesa.
El joven, que estuvo en cinco prisiones diferentes por delitos que no quiere revelar, asegura estar totalmente reinsertado en la sociedad y que el pasado ya no le atormenta. “Cuando llegué al Centro de Ayuda Cristiano, todo empezó a cambiar. Luché. Perseveré. No fue fácil, pero aquí te ayudan mucho. Ahora sé que todo forma parte del pasado y que estoy lavado de toda culpa. Puedo dormir tranquilo y luchar por mis sueños, como cualquier otro joven. Tengo una paz y una alegría en mi interior que nada ni nadie puede quitar porque ya no dependo de sustancias ni de la aceptación de ningún grupo. Soy otro hombre. Todo empezó con una decisión: la de buscar ayuda, ¡y realmente mereció la pena! Esta transformación está al alcance de cualquier persona y eso es lo que deseo para todos, y especialmente para todos los pandilleros”, finaliza Kevin.
De la cárcel a la redención
Kevin recibió el apoyo para salir de la banda en el grupo juvenil del Centro de Ayuda Cristiano, el Fuerza Joven España (FJE). Un grupo específico de ayuda a jóvenes con problemas como adicciones, bandas, depresión o baja autoestima. Cada año rescata a decenas jóvenes del mundo de la criminalidad y de las drogas a través de un trabajo activo realizado también por jóvenes que un día llegaron al Centro de Ayuda Cristiano pidiendo ayuda. Si eres joven y quieres superar un problema o superarte a ti mismo, en el FJE encontrarás todo el apoyo que necesitas. ¡Cuenta con nosotros!