V OBSERVATORIO DE LAS BANDAS JUVENILES VIOLENTAS EN ESPAÑA
• Los líderes de las bandas juveniles violentas se han desplazado a las periferias de Madrid, por lo que ha aumentado su criminalidad en otras provincias
• Crece el uso de armas de fuego, ciberataques, estafas telefónicas y ‘fake news’ por parte de las bandas
• El Tren de Aragua venezolano llega a España y más maras desde El Salvador
• Urge reformar el Código Penal, separar a las pandillas en prisiones distintas y regular la venta de machetes y otras armas blancas
Madrid, 23 abril 2025.- El Centro de Ayuda Cristiano acaba de publicar su V Observatorio de Bandas Juveniles Violentas, donde se actualiza la información disponible sobre este fenómeno en base a los datos que facilitan pandilleros arrepentidos que siguen su programa de reinserción social. En los últimos diez años más de 300 individuos han podido salir de las bandas gracias a este programa.
Extensión de las bandas juveniles violentas fuera de Madrid
Durante los últimos meses el fenómeno de las bandas juveniles violentas se ha ampliado geográficamente por otras provincias y no sólo afecta a Madrid y entorno, como había sucedido hasta ahora.
Así, en enero de 2024 en Euskadi la Ertzaintza detectó oficialmente 26 bandas juveniles criminales -22 en Bizkaia, 3 en Alava y una en Guipuzkoa- con unos 500 miembros en total. En el País Vasco no se tenía constancia de un crecimiento tan importante desde que en el año 2017 se identificara en Barakaldo una banda denominada Los Hermanos Koala, a los que se sumaron grupos como Santutxu 480 y LDS, aunque sí hubo un repunte en el año 2021 con un total de 22 grupos identificados.
La presencia de las bandas ha llegado igualmente a Vitoria, donde en el mes de marzo se conocía la denuncia conjunta de las AMPAs de los colegios Calasanz y Ángel Ganivet, la asociación de vecinos Errekatxiki y el club deportivo Irubat, más otras de Ibailakua, Arriaga, Salburua y Zaramaga. En septiembre se conocieron también altercados entre pandilleros en Errentería, Gipuzkoa.
En Mallorca en marzo se detectaron varias quedadas de peleas violentas en Son Forteza con presencia de más de 20 adolescentes; y en julio fueron detenidos dos pandilleros por intentar matar a otro en Santa Catalina.
En septiembre 2024 aparecieron en Palma carteles con la frase “Exportamos ingenieros, importamos macheteros”, a los que siguieron “Exportamos enfermeros, importamos pandilleros” junto a un grupo de personas inmigrantes. Estos carteles estaban financiados por la comunidad Identitas.
El año 2024 comenzó en Aragón con la notificación oficial por parte de la Consejería de Educación de al menos 11 posibles casos de pertenencia a bandas juveniles violentas entre el alumnado en la provincia aragonesa de secundaria, formación profesional y primaria; informando oficialmente de que en los últimos tres meses se habían contabilizado 7 víctimas en cuatro actos violentos.
En Zaragoza han seguido registrándose incidentes sobre todo por las bandas Dominican Don’t Play (DDP) y Black Panthers con 11 detenidos en febrero de 2024, cinco de ellos menores. En marzo se produjo otro enfrentamiento entre estos pandilleros, esta vez en las inmediaciones del centro comercial Actur.
En diciembre se conoció también que el centro de internamiento de menores zaragozano Juslibol estaba experimentando una ola de violencia inusitada. En sólo 15 días se habían producido cinco altercados, dos de ellos tuvieron que ser sofocados por la Policía Nacional. En este centro se encuentran internos unos 60 jóvenes en edades comprendidas entre los 16 y 23 años
En la provincia de Huesca también han empezado a producirse incidentes
En Sevilla se ha iniciado el año 2025 con 234 identificados en una macroperación contra las bandas latinas en la zona de Nuevo Torneo. Se sabe que existen capítulos que emulan la simbología o están relacionados con la banda Crips afroamericana fundada en Los Angeles, EEUU.
En Castilla y León igualmente se ha intensificado la violencia y el tráfico de drogas por parte de jóvenes pandilleros después de que en el año 2019 la policía desarticulara a los Latin Kings en un operativo por toda la región instruido desde Burgos.
Son ahora frecuentes los altercados entre Trinitarios y DDP en Valladolid en los barrios de La Merced, Tenerías, avenida de Soria, en la calle Sinagoga, en las plazas de Millán Santos y Encuentro de los Pueblos y en el parque Ribera de Castilla. También se ha incrementado el número de jóvenes ingresados en el centro de menores Zambrana.
Un pandillero residente en Valladolid fue también detenido en mayo 2024 por agresiones en San Sebastián de los Reyes, lo que indica la movilidad de estos grupos y la conexión entre Madrid y Valladolid.
En Burgos y Guadalajara igualmente se ha tenido noticia de enfrentamientos entre grupos juveniles violentos.
En Valencia en marzo se detuvo a los seis autores del atraco con armas a una joyería en el centro comercial Salera miembros de la banda Red Panther, incautándose, entre diverso material, dos pistolas.
En junio también fueron detenidos otros siete individuos por una reyerta entre bandas en la calle Jurats, con un herido por traumatismo. Y en noviembre otros 13 pandilleros portando máscaras de disfraces en Halloween dejaron inconsciente a una persona con agresiones repetidas en los barrios de Benicalap y Benimàmet, uno de ellos perdiendo tres dientes.
En Barcelona en una operación conjunta de Mossos, Guardia Civil y Urbana se arrestó a 32 integrantes de los Latin Kings, dos de ellos menores, con base en Hospitalet y Rubí y con tentáculos en Reus, Cubelles, Granollers y la propia Barcelona. La anterior gran operación se fechó en 2023 y ya entonces fueron detenidos 14 individuos.
En Murcia se localizó una maleta con 35 pistolas y 750 balas envueltas en toallas, todo ello relacionado con el tráfico internacional de armas perpetrado por bandas de narcotraficantes conectadas con estas organizaciones juveniles violentas.
En Galicia a finales de enero 2025 fueron encarcelados dos pandilleros pertenecientes a la Banda de K, con base en O Inferniño.
Para Alberto Díaz, pastor del Centro de Ayuda Cristiano y director del programa de reinserción social de pandilleros, “ante la presión de las fuerzas del orden y las condenas jurídicas, los líderes de las bandas ya no solo tienen un perfil más bajo, sino que se desplazan a las periferias para implantar la filosofía del grupo entre los jóvenes más vulnerables y desencantados”.
“De esta situación se deriva un nuevo problema: frente a la falta de liderazgo coordinado surgen cada vez más emuladores que siguen una determinada moda que además se beneficia de la falta de filtros en los contenidos que las nuevas tecnologías plantean. Muchos jóvenes con problemas de autoestima y sin referencias sociales consiguen expresar sus frustraciones mediante la violencia. Las bandas calan entre los jóvenes porque consiguen aglutinar su desencanto. El modelo de éxito fácil promovido en las redes sociales está haciendo mucho daño”, añade.
Sucesos constantes en Madrid
El Plan contra las bandas juveniles violentas, que arrancó en febrero de 2022, ha tenido un relativo éxito dentro de la Comunidad de Madrid. Pese a la presión de las fuerzas de orden, la violencia no ha cesado en Madrid.
Ya a principios de enero 2024 un menor fue apuñalado en el distrito de Usera, resultando detenidos cuatro jóvenes. Diez días después, dos varones fueron agredidos en la calle José del Pino de Madrid por cinco individuos. Y posteriormente se produjo otro altercado con heridos en Ciudad Lineal.
En febrero otro joven resultó gravemente herido al ser apuñalado en el distrito de Villaverde al parecer por los DDP; probablemente en respuesta al ataque que dos días antes habían perpetrado los Trinitarios contra uno de sus miembros. Ese mismo mes se produjo otra agresión de los DDP en este caso contra un pandillero exLatin King en La Elipa con nueve detenidos, seis de ellos menores, por acuchillar a otro en cabeza y manos. Y también resultaron arrestados por un altercado en el parque de Ascao otros 14 miembros de los Trinitarios, 12 de ellos menores de edad y varias chicas implicadas. Todo ello en un mes convulso donde no faltó el recuerdo a Ryan: un pandillero de 14 años que murió en Getafe ese mismo mes de febrero tras haber consumido una bebida energética mezclada con cocaína rosa.
En marzo fueron detenidos otros 6 Trinitarios, el más joven de 15 años ya acumulaba 17 identificaciones y dos detenciones por reyerta y maltrato a su madre; más otros dos pandilleros por tentativa de homicidio en Arganzuela.
En abril un menor de 14 años padeció una paliza dentro de una tienda en Ciudad Lineal al que tenían intención de acuchillar. Hubo también incidentes en el barrio del Portazgo contra un joven mientras paseaba a su perro, resultando también herido el animal; y detenciones en Alcalá de Henares.
En mayo resultó apuñalado de gravedad otro joven en San Sebastián de los Reyes, contabilizándose cinco detenciones de miembros de los Blood y Trinitarios. También ese mes se informó de la detención de seis componentes de las facciones 4K y La Ventilla próximos a los Trinitarios por la muerte de una puñalada al corazón del joven pandillero Alex en marzo de 2023 en el distrito de Tetuán.
El 17 de junio se produjo otra gran pelea en Ciudad Lineal, donde resultó herido de gravedad un miembro relevante de los Trinitarios, siendo detenido el autor en septiembre.
En otros altercados un menor recibió cuatro cuchilladas en Carabanchel. Otro individuo de 19 años encajó tres puñaladas, la de mayor gravedad en el cuello, en el interior de una peluquería en un enfrentamiento en el barrio de Campamento. Y resultó detenido otro menor de 17 años que portaba una pistola semiautomática y un machete tras una pelea en el parque del Casino de la Reina. Más peleas ocurrieron ese mes en la estación de metro El Capricho de Barajas, en Vía Carpetana y Nuestra Señora de Valvanera.
En julio en el barrio de Villaverde un pandillero de 16 años miembro de los DDP entró en una pizzería y disparó a un grupo de tres Trinitarios, que lograron sobrevivir, siendo posteriormente detenidos siete individuos -tres menores- pertenecientes a un coro de los DDP del barrio de Embajadores.
En otra disputa un chico de 15 años tuvo que ser amputado de una mano después de que éste disparara a los otros componentes de una banda con una escopeta.
Se contabilizaron más acuchillamientos y agresiones en Carabanchel, Ciudad Lineal y Villaverde durante el mes de agosto; así como detenciones con ingreso en un centro de menores. El estío dejó un repunte de la violencia callejera entre pandilleros de la capital, con 11 altercados, dos tiroteos y un saldo de 14 heridos graves y 8 leves.
La presencia habitual de pandilleros en las fiestas locales de verano ha seguido preocupando en muchos municipios. Por poner un ejemplo, en las últimas Ferias de Alcalá de Henares la policía evitó la entrada nada menos que de 180 pandilleros en el recinto lúdico, según el propio balance de la alcaldía.
El 18 de septiembre cuatro Trinitarios realizaron varios disparos contra un grupo de los DDP que se encontraban en los bancos de la Plaza de la Arboleda de Carabanchel.
En octubre se conoció otra riña tumultuaria enfrentándose 14 individuos de los DDP y Trinitarios en Usera. Y a finales de ese mes otra pelea con sangre en Ascao y La Elipa. En Puente Vallecas otro joven quedó manco, con el brazo izquierdo colgando y una cuchillada en la espalda que le perforó un pulmón.
A finales de octubre 2024 eran detenidos 29 pandilleros -22 de ellos menores- implicados en reyertas entre agosto y octubre en donde la mayoría de las víctimas tuvieron que ser asistidas por lesiones, incautándose 132 armas, entre las que se encontraban cinco armas de fuego, 117 armas blancas y cuatro machetes.
Ante las protestas vecinales constantes, ese mes de octubre el Ayuntamiento de Madrid aprobaba la instalación de 37 cámaras de vigilancia en nuevos espacios de la ciudad para identificar a miembros de bandas juveniles violentas.
En diciembre 2024 fueron detenidos cinco Ñetas en Parla, que dirigían una narconave.
Y ha comenzado el año 2025 con un tiroteo en la calle Tomelloso de Usera a un joven de 20 años sin relación alguna con bandas, al que le dispararon en el pecho y le apuñalaron en la cabeza y la mano. El 16 de enero un cámara de Telemadrid también fue agredido durante una concentración de pandilleros en la calle Topete durante el homenaje que suelen realizar cada año al trinitario Alexander del Villar, conocido como “Velo Velo”, asesinado en esa calle en 2017 mientras se encontraba de permiso penitenciario.
Este goteo constante evidencia que el control de la violencia perpetrada por las bandas juveniles está muy lejos de alcanzarse en la Comunidad de Madrid, considerando además que muchos incidentes no trascienden a la opinión pública para no causar más alarma.
Paralelamente diversos expertos advierten sobre la configuración de nuevas bandas estructuradas y jerarquizadas formadas por menas.
Auge de los “bulteros”
Durante los últimos meses se ha apreciado también un incremento de los llamados “bulteros”: jóvenes que se hacen pasar por pandilleros para amedrentar en el barrio o en el centro escolar y ganar así respeto y fama. Se han visto casos en que algunos de ellos han sido confundidos realmente por pandilleros contrarios y han resultado agredidos.
Destacar también el incremento de fake news relacionadas con este fenómeno, el más notorio el desmentido de la Agencia Efe Verifica comprobando que era falso el comentario vertido en las redes sociales de que las urgencias de los hospitales madrileños se habían colapsado por peleas entre bandas latinas y marroquíes.
Igualmente se ha detectado la venta de billetes de 20 y 50 euros falsos por parte de los Trinitarios en las redes sociales.
Y en el ámbito musical, donde ya son conocidos grupos y canciones estrechamente relacionadas con las bandas, en los últimos meses ha crecido la popularidad de Maloco con su tema Oops, se murió, en el que se vanagloria de que integrantes de los DDP asesinaran a un Trinitario. El video promocional ha sido restringido por Google.
El Tren de Aragua llega a España y más maras desde El Salvador
Se tiene conocimiento de que algunos individuos relacionados con personas expulsadas de Estados Unidos y encarceladas en El Salvador están viniendo a España ante el temor a ser también deportados. El Tren de Aragua se denomina así porque tiene una estructura en compartimentos estancos, cada uno con una función, como si fueran vagones. Se originó en la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua en Venezuela; y desde allí se ha expandido a otros lugares con el éxodo de casi ocho millones de venezolanos.
El político venezolano exilado en España Julio Borges, fundador del Partido Primero Justicia y ex presidente de la Asamblea Nacional, consultado por este Observatorio, manifiesta que esta mega banda organizada podría contar con más de 3.000 miembros, buena parte de ellos en formato pandillero, y tendría presencia en países como Colombia, Brasil, Chile, Argentina, Ecuador, Perú, Costa Rica, Panamá, México, Estados Unidos y “hasta en España, donde el año pasado capturaron a un familiar del líder de la agrupación criminal”.
Se corre el riesgo de que ante el endurecimiento de las leyes inmigratorias en EEUU, muchos individuos lleguen a España, además con un ‘modus operandi’ distinto al que hemos visto hasta ahora en nuestro país, llevando a cabo robos y atracos de forma muy coordinada y con la intervención de motos para huir, que es una práctica muy extendida en Latinoamérica.
La internacionalización de las bandas juveniles es cada vez mayor. En junio 2024 la policía de los Países Bajos en coordinación con la Fiscalía de Criminalidad Informática de Granada desarticuló al coro 171 de Trinitarios especializado en ciberestafas. También en Holanda fue detenido Iván Mancebo, un trinitario de 29 años que logró escapar de España en 2017 tras tirotear a un DDP en la discoteca Homerun de Villaverde. Se movió por centro Europa con una identidad falsa.
En marzo 2024 fue detenido un miembro de la Mara 18 fugado de El Salvador tras ser acusado de homicidio; y otro de la Mara Salvatrucha o MS13 buscado por Interpol por un doble crimen.
El Centro de Ayuda Cristiano también atendió a lo largo de 2024 a algunos individuos procedentes de El Salvador que habían salido del país por temor a ser detenidos por el gobierno de Nayib Bukele. Uno de ellos, de 19 años, ejercía de tesorero en ese país. Entró en la Mara 18 a los 14 años y poco a poco fue subiendo en el escalafón dentro de una colonia de la capital. Al principio pensaba fugarse a EEUU, pero al final optó por España donde tiene un hermano. Manejaba unos 100.000 dólares al mes. En la actualidad ha dado un giro a su vida y colabora voluntariamente con el Centro de Ayuda Cristiano a sensibilizar a otros jóvenes para que abandonen las bandas juveniles violentas en nuestro país.
Reforma urgente de la Ley del Menor y del Código Penal
El paradigma legislativo y judicial también está siendo cada vez más objeto de crítica por muchos actores involucrados en la persecución y reinserción social de estas organizaciones criminales.
Por un lado, la dinámica actual de los centros de menores apenas logra una reeducación efectiva de los jóvenes allí retenidos. Los pandilleros menores de edad son inimputables jurídicamente y precisamente por ello “son peones sacrificables para sus dirigentes” en opinión de Alberto Díaz. Son individuos que ya a muy temprana edad arrastran problemas psicológicos y de drogadicción, y por eso mantienen sus hábitos y riñas en buena parte de estos centros.
“Se está fracasando desde la educación y los maestros tienen enormes dificultades para impartir una enseñanza de calidad. Hoy hay mucha ideología y poca preparación. Los maestros no tienen autoridad, muchos están quemados y prefieren mirar a otro lado”, subraya Alberto Díaz.
“Al descuidarse la sensibilización y la educación, los jóvenes basculan a los extremos si no son guiados. Por eso ahora estamos viendo ya sesgos ideológicos muy extremos que en el futuro podrían desencadenar otras manifestaciones identitarias asociadas a la política muy peligrosas”, añade.
Es urgente proceder a la reforma del Código Penal. El propio alcalde de Madrid lo pidió taxativamente a mediados de agosto pasado para aplacar las reyertas entre bandas exigiendo que “se endurezcan las leyes relativas a la utilización de armas blancas”; así como a la rebaja de edad para los delitos graves como los que están sucediendo, sobre todo teniendo en cuenta que la gran mayoría de estas pandillas no se judicializan y que en general los pandilleros no se denuncian entre sí y algunas de las víctimas y sus familias tampoco suelen hacerlo por miedo a represalias.
El ayuntamiento de la ciudad sigue pidiendo más policía en la calle y los sindicatos de policía más medios.
Según Laura García, portavoz del sindicato mayoritario de la Policía Nacional JUPOL, consultada por este Observatorio, “la incidencia de las bandas juveniles violentas ha crecido de manera notable en el último año. Este crecimiento se debe a diversos factores, como la captación de menores, la consolidación de ciertas organizaciones criminales y la falta de medidas contundentes para su desarticulación”.
Este sindicato reclama “más apoyo institucional y más efectivos especializados. Desde JUPOL insistimos en que se necesita una estrategia integral con intervención social, judicial y educativa”. En concreto, el sindicato de Policía Nacional sostiene que, además de aumentar los efectivos especializados en la lucha contra bandas juveniles violentas, “se precisa reforzar las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) y Grupos Operativos de Respuesta (GOR). También, chalecos antibalas individuales y tecnología avanzada para la identificación de miembros de bandas; así como una mejor coordinación con la Fiscalía y los juzgados para agilizar procedimientos y evitar que los detenidos queden en libertad en pocas horas; y un plan integral de prevención que incluya educación, intervención social y programas de reinserción para jóvenes en riesgo”.
JUPOL destaca que “los enfrentamientos entre bandas rivales son cada vez más frecuentes y violentos, lo que supone un grave peligro no solo para los propios miembros, sino también para la ciudadanía y para los agentes que intervenimos en estos conflictos”. El sindicato advierte además que “si no se actúa con contundencia, la situación puede derivar en un escenario aún más peligroso, con bandas más estructuradas y con conexiones internacionales”.
Desde JUPOL se exige una mayor transparencia y estadísticas más detalladas que permitan analizar la evolución real de este fenómeno y diseñar estrategias más eficaces para su erradicación. “No sirve para nada detener a los miembros de una banda si al día siguiente están de nuevo en la calle y continúan con sus actividades delictivas”, añade su portavoz.
Como principales causas destacan “los hogares desestructurados, el fracaso escolar, la búsqueda de reconocimiento entre sus amigos, el sentido de pertenencia al grupo, la situación familiar de exclusión social y la desatención parental”. En su caso, acostumbran a derivar estas situaciones a los agentes tutores de las comisarías.
Sin embargo, la solución a este problema no depende sólo de las fuerzas del orden si las familias continúan desunidas y los jóvenes pierden referentes de verdadera inspiración y valores sociales constructivos. El conflicto es más profundo y afecta también a los valores y al modelo de sociedad que en conjunto queremos tener entre todos.
Situación penitenciaria
Fuentes directas de expandilleros que han pasado por la cárcel sostienen que los enfrentamientos son permanentes cuando conviven miembros de bandas distintas en el patio o en determinadas actividades. Se ha sabido de graves altercados por ejemplo en la prisión de Zuera (Zaragoza) en julio 2024 entre reclusos de los DDP y los Black Panther. Son también recurrentes las peleas entre pandilleros en las prisiones de Alcalá-Meco, Soto del Real y Estremera.
En septiembre 2024 se conoció que funcionarios de las cárceles españolas habían requisado una media de ocho teléfonos móviles cada día. Los centros de Madrid III, Valdemoro, Albolote, Córdoba, Almería, Valencia, Algeciras y Tenerife superan ellos solos el centenar de intervenciones. Los ingenios para ocultar estos terminales suelen ser latas de sardinas, drones, botes de champú o gel con doble fondo, cajas de galletas y durante las visitas íntimas por reclusos que vuelven de un permiso y que los llevan escondidos.
A todo ello se añaden algunos casos de corrupción conocidos entre los funcionarios de Instituciones Penitenciarias y algunos internos acusados de narcotráfico, como el conocido en la prisión Puerto III de Cádiz en noviembre 2023.
Para el Centro de Ayuda Cristiano, un joven que está en proceso de salir de una banda no debería ingresar en prisión y menos en un módulo donde se tiene constancia de que viven pandilleros de otras bandas a menos que tenga delitos consumados. Por fuentes directas, se sabe que en las propias cárceles se reactivan los capítulos y se siguen dando órdenes hacia afuera.
Desde el ámbito psicosocial muchas voces sostienen que enviando a los pandilleros a la cárcel lo único que se consigue es que se reafirmen en sus ideas y que lo más importante es cómo tratar a estos perfiles para que ellos mismos no se crean que son delincuentes. Criminólogos consultados por el Centro de Ayuda Cristiano argumentan que el sistema carcelario actual debería implementar un mayor número de programas personalizados, enfocados en la educción y el tratamiento psicológico para aquellos internos que muestran problemas de adicción o conductas violentas, como es el caso de los pandilleros detenidos. Además, el enfoque criminológico aboga por sistemas de justicia restaurativa, en los que se prioricen las medidas alternativas y se ofrezca a las víctimas un rol activo en el proceso de sanación.
Además, el efecto de caer en prisión llega incluso a considerarse una medalla entre los pandilleros, que paralelamente empiezan a aceptar los hábitos y costumbres de la prisión como una forma de vida. En la cárcel, estos jóvenes se ven muchas veces abandonados, logran pagar con muchas dificultades a un abogado defensor recomendado, y empiezan a desarrollar una ética penitenciaria basada en amenazas y logros.
Aparte de adelantar la edad penal, separar a los pandilleros en prisiones distintas y reconsiderar la dinámica de los centros de menores, resulta asimismo urgente endurecer los controles para la adquisición de armas blancas en armerías, determinadas tiendas de proximidad y en la compra online.
En la actualidad por unos 25 euros se pueden adquirir machetes de hasta 65 centímetros de longitud en cuchillerías, ferreterías, bazares, tiendas de caza y pesca, y sites online de coleccionismo.
Los sindicatos policiales solicitan la creación de un libro de registro de venta, que el comprador aporte un certificado de penales, que justifique su uso y que los municipios establezcan una tarjeta de armas para esta categoría de armas.
Superación
Afortunadamente, la inmensa mayoría de los hijos de la inmigración latina residente y ya nacionalizada en España está saliendo adelante con éxito. Criados aquí por madres que llegaron para trabajar como internas o camareras, han logrado reconstruir los lazos familiares y conseguir trabajos cualificados y bien remunerados.
Para Alberto Díaz, “apoyar a los inmigrantes en la integración social es fundamental para la convivencia de todos. Muchos son verdaderos ejemplos de superación personal y de inspiración social. Hablamos de hijos de inmigrantes nacidos en España que son emprendedores, estudiantes universitarios y que aportan un gran dinamismo al país. Esto es una realidad. Pero no podemos dar la espalda a los nuevos flujos migratorios que recibimos, son personas que huyen de sus países de origen de unas condiciones de gran precariedad y aquí debemos inspirarles para que se establezcan. Definitivamente vivimos una época de gran transición y nosotros también podemos hacer que todo sea más fácil o más difícil, también tenemos responsabilidad social”.
Charlas de sensibilización a jóvenes vulnerables
En este sentido, el Centro de Ayuda Cristiano continúa ofreciendo charlas de prevención en centros educativos y entidades aportando testimonios de expandilleros.
También participó en la jornada organizada por la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractos (ARRMI) de la Comunidad de Madrid; y en encuentros con agentes tutores de la Policía Nacional; con la Sección de Análisis de Información de la Policía Municipal de Madrid; y en el podcast La Voz de la Patrulla de este mismo cuerpo policial. Asimismo impartió charlas que le solicitaron colegios y asociaciones de Alcalá de Henares, Carabanchel, Getafe, Valdemoro y Vallecas; además de ofrecer sesiones de sensibilización en sus iglesias a más de 500 jóvenes a lo largo de 2024.
En 2024 colaboró activamente con las universidades Juan Carlos I y Comillas, y con el Equipo de Intervención Psicosocial para la Prevención de la Violencia a la Infancia y Adolescencia de la Consejería de Bienestar Social de Castilla-La Mancha con sesiones de formación en Toledo y Guadalajara.
Durante los últimos años se ha visto que estas charlas, sobre todo en los centros educativos, son necesarias. Se deberían generalizar aprovechando la futura normativa que regulará en la Comunidad de Madrid la jornada escolar partida en los colegios públicos. Aprovechar alguna tarde para este tipo de charlas sería muy conveniente, dado que los colegios son un gran caladero para las bandas. Y queda por resolver quién se ocupa de los jóvenes durante las vacaciones de verano, que es un periodo largo en el que también podrían articularse programas de sensibilización contra las bandas entre los adolescentes.
En la actualidad se siguen programas de rehabilitación en todas las iglesias del Centro de Ayuda Cristiano a través de su movimiento juvenil Fuerza Joven España (FJE) con un programa especialmente diseñado para ayudar a los más adolescentes a resolver conflictos y a sentirse mejor consigo mismos y con su entorno, y en pocas semanas abrirá un local de 500 m2 en Atocha especialmente destinado a este fin.
Paralelamente la iglesia tiene abierta una página web y dos dominios específicos para recabar información sobre bandas juveniles violentas y ofrecer información a jóvenes, familias y profesionales interesados: